El mundo comienza a mover sus piezas tras los aranceles que hace justo una semana el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, impuso a la totalidad de sus socios comerciales, incluido Chile, con un mínimo de 10%.
En Latinoamérica Perú es uno de los que lleva la delantera. Es que el vecino del norte ya envió a su ministro de Relaciones Exteriores, Elmer Schialer, a Washington, quien se reunió con el subsecretario de Estado de EE.UU Christopher Landau.
“El subsecretario expresó su agradecimiento por los esfuerzos acelerados de Perú para detener la inmigración irregular y ambos discutieron formas de fortalecer nuestras inversiones y lazos comerciales”, dijo la portavoz del Departamento de EE.UU en un comunicado.
Como Perú, otro países han acelerado gestiones. Giorgia Meloni -la primera ministra italiana- ya tiene fijado un viaje para el 17 de abril para reunirse con el presidente Donald Trump, a quien propondrá la eliminación recíproca de aranceles. El arancel para Italia es del 20%, tal como para los otros miembros de la Unión Europea.
En tanto, Nayib Bukkele, de El Salvador, también se reunirá con Trump, el lunes 14 de este mes. El mandatario viajará a Washington, invitado por el mismo presidente Trump.
Otros de los países que ya iniciaron negociaciones son Japón e Israel. Es que las máximas autoridades de esos países incluso ya sostuvieron reuniones con Trump y en total -según la Casa Blanca- son casi 70 países los que se han puesto en contacto para negociar.
“Países de todo el mundo están hablando con nosotros. Se están estableciendo parámetros estrictos, pero justos. Hablé con el primer ministro japonés (Shigeru Ishiba) esta mañana. ¡Va a enviar un equipo de alto nivel a negociar!”, escribió al respecto Trump de la red social Truth Social.
“Estamos haciendo un gran trabajo y vamos a cerrar lo que yo llamo ‘acuerdos a medida’, no de los que se compran ya hechos. Son acuerdos altamente personalizados”, dijo luego Trump en la Casa Blanca.
Y recalcó que hay tantos países interesados en negociar con Washington, que su equipo no va a poder “atender a tantos tan rápido”
Es precisamente en ese contexto en el que varios comienzan a preguntarse acerca de cuándo Chile concretará los acercamientos, cuán activa debe ser la posición en relación a la negociación y qué puntos -con lo visto hasta ahora- se debieran reforzar.
El ministro de Hacienda, Mario Marcel, dio esta mañana algunas luces. “A diferencia de otros países que tendrían que por así decirlo revertir elementos que son característicos de su inserción en el mundo, en nuestro caso tenemos una base bien solida para abrir ese diálogo”, dijo.
La estrategia del Gobierno chileno será, ha recalcado Marcel, el diálogo. Así, el 12 de junio habrá una reunión con el Comité Administrativo del Tratado de Libre comercio y, precio a ello, Cancillería solicitó una reunión con el representante de la Oficina Comercial de Estados Unidos, Jamieson Greer, para continuar con las tratativas a través del canal diplomático.
Sin embargo, la fecha de aquello aún no ha sido confirmada y no se conoce si habrá conversaciones entre Chile y las autoridades estadounidenses tan pronto como este mes -como si lo han fijado otros países- para intentar eliminar el arancel impuesto del 10%, junto con evitar aranceles al cobre, al litio y la madera, los cuales están siendo estudiados por EE.UU..
Mientras, el presidente Gabriel Boric convocó “a un Comité de alto nivel para nuestra estrategia de minerales críticos”, según el mismo anunció.
El juicio al Gobierno
Felipe Lopeandía, exdirector general de Asuntos Económicos Bilaterales de la Subrei, señala que el Tratado de Libre Comercio (TLC) que Chile tiene con EE.UU. le proporciona una instancia valiosa para dialogar con las autoridades norteamericanas.
Asimismo, señala que se ha actuado “de manera adecuada, con prudencia, pero al mismo tiempo generando los acercamientos necesarios con el gobierno de Estados Unidos para abordar esta situación”.
Destaca la articulación del Gobierno, en coordinación con el sector privado, “para evaluar permanentemente la evolución del conflicto comercial”.
“Tenemos fortalezas en la relación bilateral que debemos preservar y utilizar para mitigar los impactos negativos que esta medida puede tener”, concluye el actual gerente senior de Global Trade & Investment en Deloitte.
No todos tienen una visión tan positiva de lo que ha hecho el Ejecutivo como Lopeandía. Eric Latorre, director del magíster en gobierno y administración pública de la Universidad Autónoma
dice que “el Presidente Boric ha tenido una reacción no del todo diplomática a las medidas de Trump, lo que debe ser cuidado para resguardar los intereses de un país pequeño como Chile”.
“Cancillería y Hacienda debieran tomar un rol más activo y decidido al respecto. Por otra parte, al igual como lo hace Perú, Chile debiera buscar negociaciones con Estados Unidos en diversos ámbitos tales como lucha contra el crimen organizado”, agrega.
“El gobierno de Chile -destaca también- debiera plantear en primer lugar una estrategia político-diplomática y en paralelo una estrategia técnico-económica para abordar un acercamiento a Estados Unidos más allá de lo expresado por el Ministro Marcel que implica esperar hasta junio a través del Comité de Administración del Tratado de Libre Comercio (TLC). Es necesario implementar una estrategia política tal como lo hace Perú con el viaje del canciller a Estados Unidos”.
“El aspecto positivo es que el Ministro Marcel ha tenido una respuesta ponderada, que evita una sobrereacción y el buscar las instancias técnicas pertinentes como el Comité de Administración del TLC”, indica además.
Para el académico de la Universidad de los Andes, Ángel Soto, también “deben dejarse de lado las alusiones personales”.
“Mi crítica, y no solo en este tema en particular, es confundir las inclinaciones personales de quien este a cargo del gobierno con la política de Estado. Las autoridades pasan, pero las relaciones entre países continúan. Me preocupan las alusiones personales. El camino del diálogo es el más fecundo”, añade.
Alonso Rojas, Analista de Mercados de Capitaria, por su parte, destaca lo que ha hecho el gobierno de Dina Boluarte. “La gestión de Perú ha sido visible, pragmática y rápida. Ha logrado abrir canales diplomáticos de alto nivel, posicionarse como interlocutor válido y reducir incertidumbre entre sus exportadores”, destaca.
“En cambio -agrega- Chile ha mantenido un perfil bajo, lo que si bien puede deberse a gestiones reservadas, no ayuda a contener la ansiedad de los sectores afectados ni transmite claridad al mercado”.
A su juicio, asimismo, desde una mirada técnica Chile debiera mejorar su comunicación internacional estratégica y el uso de la evidencia económica como insumo político.
“Chile debe comunicar con claridad que respeta las reglas del comercio internacional y que cualquier medida que afecte productos clave -como cobre, litio o alimentos- también impacta a las industrias estadounidenses que los consumen”, expresa.
Fuente: Emol.com