La economía chilena ha crecido menos de lo soñado por el mercado. El Índice Mensual de Actividad Económica (Imacec), una estimación del Producto Interno Bruto (PIB), de agosto ha aumentado un 2,3% anual, mientras que el indicador ha retrocedido 0,2% respecto al mes anterior, julio.
Los datos preliminares, entregados este martes por el Banco Central de Chile, muestran cómo los servicios y la minería han impulsado la expansión de la actividad. “La producción de bienes aumentó un 2,8% en términos anuales, impulsada por el resultado de la minería de cobre. La industria también contribuyó positivamente al resultado, destacando la producción de alimentos, en particular, de la industria pesquera. En tanto, el resto de los bienes cayó 1,6%. En términos desestacionalizados, la producción de bienes presentó un aumento de 0,2% respecto del mes precedente, resultado que se explicó por el crecimiento de 2,3%, de la minería, lo que fue parcialmente compensado por el resto de bienes y la industria que cayeron 1,1% y 0,8%, respectivamente”, señala el ente emisor en un comunicado.
Chile, el mayor proveedor de cobre del mundo, registró un aumento interanual del 8,9% de la industria minera –liderada por la producción de metales– en agosto, el mejor desempeño en lo que va de este año, según información publicada el lunes por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE).
A pesar de que el Imacec no ha cumplido con las expectativas de los analistas del mercado, que esperaban un crecimiento entre el 2,5% y 4% en términos anuales, evidencia que la economía pudiera tener un mejor desempeño respecto al segundo trimestre de 2024, donde el PIB apenas aumentó un 1,6%. En julio, la actividad subió más de lo proyectado: 4,2% en comparación con el mismo mes de 2023. En ese momento, el ministro de Hacienda, Mario Marcel, optó por la cautela y mantuvo su proyección de crecimiento anual del 2,6% para este año.
La estimación concuerda con la realizada por el Banco Central de Chile en su último Informe de Política Monetaria (IPoM) publicado en septiembre: el PIB podría aumentar en un rango del 2,25 y 2,75%. En tanto, el PIB tendencial no minero podría expandirse en torno al 2,2%. Así, el país será uno de los que menos crecerá en América Latina para este año.
La lenta recuperación se produce después de que la economía esquivó una recesión en 2023. Los años anteriores estuvieron marcados por una elevada inflación, lo que ha sido contenida fundamentalmente por un ciclo de endurecimiento de la tasa de política monetaria. El efecto inmediato ha sido un enfriamiento del consumo, que luego de la turbulencia podría retomar velocidades de expansión positiva en los siguientes meses, según adelantó este lunes Rosanna Costa, presidenta del instituto emisor. “El sustento de esta proyección es que varios de sus fundamentos han mostrado un comportamiento acorde con lo esperado, lo que no lleva a estimar que lo ocurrido el segundo trimestre sea persistente. Por ejemplo, la masa salarial ha crecido constantemente desde hace varios trimestres y el costo del crédito ha ido disminuyendo, lo que ha contribuido a reducir la carga financiera de los hogares”, dijo la autoridad durante la presentación del informe Perspectivas económicas 2024-2026 en Santiago.
Costa también ha afirmado que existen algunos aspectos que deben ser monitoreados: “Uno de ellos, como destacamos en el IPoM, es la evolución del mercado laboral. Los datos del INE hasta el trimestre móvil mayo-julio muestran que la creación de empleo se ha desacelerado en el margen. Mirada su composición, se aprecia que dicha desaceleración se concentra en la categoría de cuenta propia. De hecho, el empleo asalariado formal no parece mostrar un cambio significativo de sus tendencias previas. La evolución de la economía nos irá dando luces de lo que ocurra con el mercado laboral y el consumo”.
Fuente: elpais.com
