La cartera espera un saldo efectivo a favor equivalente a 1,3% del PIB, lo que contrasta con el déficit de 0,8% previsto durante la elaboración de la Ley de Presupuestos.
IMPACTO. El superávit fiscal previsto para este año respondería “al dinamismo de la demanda y al mayor precio del cobre. Por otro lado, muestra los esfuerzos del gasto público para contribuir a frenar las presiones inflacionarias”, recalcó el ministro Larraín.
- 1,6% del PIB sería el déficit estructural de este año, dos décimas inferior al previsto con antelación.
- 4,6% real escalaría el gasto del Gobierno en 2011.
- 8% más que lo estimado en el Presupuesto serían los ingresos fiscales este ejercicio.
- 34% ha avanzado la ejecución presupuestaria a mayo.
El ministro de Hacienda, Felipe Larraín, informó ayer que se elevó en cinco décimas a 6,6% la estimación oficial para el crecimiento de este año. El secretario de Estado, acompañado por la titular de la Dirección de Presupuestos (Dipres), Rosanna Costa, presentó el “Informe de Evaluación de la Gestión Financiera del Sector Público en 2010 y Actualización de Proyecciones para 2011”, ante la Comisión Especial Mixta del ramo.
En la oportunidad, la personera argumentó que el cambio en las perspectivas responde al mayor dinamismo de la demanda interna y del valor del cobre, y a un menor nivel del tipo de cambio respecto al previsto en la ley del erario.
Por lo pronto, el ministro indicó que el balance del Gobierno Central Consolidado del ejercicio pasado arrojó un déficit estructural de 2% del PIB, como resultado de un saldo adverso devengado total de 0,4% del Producto y de un ajuste cíclico de los ingresos equivalente a 1,6% del PIB.
INGRESOS Y GASTOS
Señaló que para este año, se espera que los importes del Gobierno Central Consolidado sumen $27.835.748 millones, 8% por sobre lo contemplado en el Presupuesto vigente. Según acotó, esto obedecería a factores cíclicos, razón por la cual no tiene correlato en los ingresos estructurales, los que si bien crecen un 7,1% respecto de 2010, caen un 0,5% respecto de la proyección incluida en el erario.
Mientras, el gasto durante 2011 alcanzaría los $26.290.810 millones, equivalente a una reducción de 1,5% comparado con lo apuntado en el Informe de Finanzas Públicas que acompañó a la norma de análisis. Esta estimación, comentó la autoridad, implica un ascenso anticipado de 4,6% real.
AJUSTE CORRIENTE
Sobre el particular, consignó que en esta actualización ha sido gravitante el ajuste fiscal por US$750 millones implementado en el segundo trimestre, el que corresponde a un 1,3% del desembolso gubernamental y al 0,31% del Producto. Tal recorte –subrayó– se concentró principalmente en gasto corriente, el que explicó un 61,4% del total de la rebaja.
Manifestó, en ese sentido, que no se ha alterado el desembolso social, el que mantiene una expansión de 14% en relación a 2010, al tiempo que el gasto de capital sigue escalando a tasas cercanas al 16%. Tampoco se ha reducido el Fondo Nacional de Desarrollo Regional (FNDR), quedando un presupuesto para la inversión de los gobiernos regionales que supera en un 23% el año de mayor ejecución histórica (2009) y en más de 30% lo ejecutado el pasado ejercicio.
SUPERAVIT EFECTIVO
En línea con las nuevas perspectivas, se espera un superávit efectivo de $1.570.043 millones, esto es, de un 1,3% del PIB proyectado para 2011, muy superior a la expectativa de déficit de 0,8% del PIB consignada durante la elaboración del presupuesto.
Con todo, Rosanna Costa enfatizó que al aplicar los ajustes cíclicos a los ingresos, se anticipa un déficit estructural igual a 1,6% del Producto, dos décimas inferior la reportada con antelación. Asimismo, ratificó el compromiso con una meta de balance estructural que converge a un déficit de 1% del PIB hacia 2014.