El titular de Economía, Pablo Longueira, afirma que este impuesto afecta a todas las actividades y “en la discusión de los impuestos ya está planteado el tema, el Presidente de la República es el que decide si tenemos que revisar la carga tributaria”.
—¿En qué etapa está la mesa de negociación sobre el plan de impulso competitivo?
—Le entregamos al Presidente un detalle con las etapas que deben cumplir las 50 medidas de esta agenda y esta semana nos reunimos con los representantes y las cinco medidas relativas a los puertos.
—¿Esas medidas están suspendidas o descartadas?
—Antes que asumiera hubo un compromiso de dejarlas en una mesa de trabajo durante cuatro meses. Por eso vamos a iniciar conversaciones con los actores de la V Región para ver cómo sacamos adelante toda la agenda de impulso competitivo. En materia de cabotaje indudablemente se debe incluir más competencia y por eso el gobierno ha planteado esta medida. Esta es una agenda que, en su conjunto, debiera permitir un crecimiento en el largo plazo de un 1% del PIB, por lo tanto, es fundamental tramitarla en su conjunto.
—En agenda legislativa ¿qué priorizará en materia de pymes?
—Es una prioridad para lo que resta del año el plan Chile Paga, que es una institucionalidad que debe permitir que el Estado dé el ejemplo pagando en 30 días todos sus compromisos, queremos que esto se implemente de aquí a fin de año y, en paralelo, a eso generar una contrapartida a esa iniciativa que es el sello propyme, queremos replicar esta conducta de buen pago en las grandes empresas chilenas a sus proveedores menores. El mayor apoyo al emprendimiento de las empresas pequeñas es que existan buenas conductas de pago. No puede ser que el Estado trabaje con el capital de las pymes, se paga a 60 días y a veces hasta en un año.
—El país crece al 7% y se crean empleos ¿por qué entonces se genera este descontento social?
—Este descontento social se da porque Chile ya no puede tener sólo como objetivo el equilibrio macroeconómico y la responsabilidad fiscal; esos son metas a todo evento. Adicionalmente una sociedad que avanza al desarrollo tiene una ciudadanía más informada y exigente que accede a nuevos bienes y servicios; y hoy lo que tenemos son segmentos de nuestra sociedad que no fueron atendidos oportunamente en esta etapa de crecimiento.
—¿Cómo se soluciona?
—Tenemos que saber entender estos problemas, por eso que estas situaciones me preocupan en la medida que se politicen o se radicalicen, pero son demandas que debemos escuchar. El Gobierno se ha hecho cargo de las demandas que tenemos de la juventud. Hoy, lejos de asustarnos es un desafío apasionante que tengamos 1.100.000 jóvenes en la educación superior. Un país que tiene este nivel de crecimiento, de utilidades de las empresas; y el precio del cobre actual no puede decirle a la sociedad que la forma de mejorar la distribución del ingreso es con educación y que no les podamos dar respuesta a las familias que no puedan pagar la educación superior. Debe haber un muy buen sistema de becas y de créditos para que una persona talentosa por razones económicas quede fuera de la educación superior.
—¿Las exigencias de la ciudadanía se han hecho a este Gobierno y no a los anteriores?
—La gente ha reaccionado precisamente, porque ve un gobierno partidario de la libertad, del talento emprendedor y nos exige más libertad. El modelo económico nuestro está basado en la libertad individual y las familias quieren elegir su educación.
—Usted era partidario de eliminar el impuesto específico a los combustibles ¿acogería hoy ese llamado de la ciudadanía?
—Siempre fui partidario de reducirlo antes de ser ministro y no puedo dejar de pensar lo mismo. El país tiene que hacer un esfuerzo en la medida que tiene una buena recaudación de reducir este impuesto que afecta indirectamente a todas las actividades y que está indexado tarde o temprano a la UF, los chilenos pagan y tienen sus deudas en UF. Si queremos corregir algún impuesto tenemos que ver de qué forma mantenemos los equilibrios fiscales. En la discusión de los impuestos ya está planteado el tema, el Presidente de la República es el que decide si tenemos que revisar la carga tributaria, este es un impuesto que recurrentemente se ha planteado reducirlo, y sobre todo porque hemos tenido un incremento de los precios de los combustibles en los últimos años que está afectando el bolsillo de todos los chilenos, esto nos hace subir la locomoción colectiva y productos que producen masivamente los sectores más vulnerables del país.
—Pero la clase media se sigue sintiendo postergada…
—Hace 20 años no teníamos los mismos recursos, hoy se han triplicado, hemos estado creciendo y precisamente la rapidez del crecimiento ayuda a que toda esa injusticia la podamos enfrentar. Llegó la hora de resolver los grandes problemas de la clase media, porque la problemática de este sector está en el emprendimiento y en las pymes. Si empoderamos bien a las pymes vamos a tener trabajo más decente, mejores sueldos, mejor estabilidad laboral; y eso da una tranquilidad principalmente a la clase media.
Estabilidad Social
—¿Por qué se no logra restituir el dialogo entre estudiantes y autoridades?
—En el ministerio de Economía estamos por contribuir en esta visión de que el equilibrio económico y la responsabilidad fiscal debe ir acompañado de estabilidad social que se logra cuando la gente se siente considerada, cuando observa que le va bien al grande, pero también al chico, que no sólo los sectores altos de la sociedad ingresan a la universidad, sino también la clase media y sectores vulnerables. Es decir, un país de oportunidades y eso tenemos que construirlo todos, es el desafío país para que Chile sea desarrollado.