El confundir el tipo de gasolina para tu motor puede llevar a un fin perjudicial para tu auto.
Diésel para diésel y gasolina para gasolina, esta debiera ser la regla general que todos los conductores debieran seguir si no quieren arruinar su auto o escoltarlo entre sollozos de culpa al mecánico. Sin embargo, confundir la tipología de combustible es un error más común del que creemos, y al hacerlo, si no reaccionamos a tiempo, podemos experimentar desde tirones en el vehículo hasta la detención total.
En el primer caso, si le echamos diésel a un motor de gasolina, depende de la proporción de combustible para que el auto necesite un lavado de estómago. Si bien en un principio el motor partirá, este se frenará como acto seguido, ya que el diésel se trasladó por la mecánica interna hacia los tubos e inyectores. En el caso que se haya cargado poca cantidad de gasolina, el auto quemará ese combustible y emitirá humo blanco, con consecuencias que pueden no ser tan graves.
Pero si estamos en marcha con grandes cantidades del combustible equivocado, será necesario desmontar y limpiar el motor para comprobar si existe algún daño mayor.
Si estamos en la otra línea, de depositar gasolina en un estanque diésel, tendremos una situación similar. El auto prenderá pero no arrancará y será necesario extraer la gasolina de todo el sistema motor, desde la bomba de inyección, pasando por los inyectores y el filtro.
Aunque pueda ser una reparación reversible, tendrá un gran costo para tu bolsillo. Lo mejor definitivamente es estar siempre atentos y no equivocarse.
Fuente: Autonoción.
http://mtonline.cl/2016/08/que-pasa-si-le-pongo-diesel-a-un-motor-a-gasolina/
